El autor en los fundamentos que dio origen a la sanción legislativa consideró que: “el día 9 de Agosto, de cada año, recuerda la firma en la ciudad de Buenos Aires de una declaración histórica contra toda forma de fundamentalismos y terrorismo, la iniciativa fue del entonces arzobispo porteño Padre Jorge Bergoglio, quien junto Luís Grinwald, en esa fecha, Presidente de la AMIA, don Omar Helal Massud por el Centro Islámico de la República Argentina y León Bello en su carácter de Vicepresidente de la DAIA, suscribieron un documento que expresa una visión común de condena a estos flagelos desde tres religiones monoteístas, la Católica, Judía y Musulmana”.

 

El documento en cuestión condena “el terrorismo como práctica irracional y violenta, destinada a generar desequilibrio y destrucción es condenable desde todas las doctrinas monoteístas que bregan por crear un mundo de armonía, donde el sentimiento de hermandad hacia el prójimo, es la base de la construcción de una sociedad.”

 

Expresa que “el fundamentalismo como sometimiento intransigente a una práctica, genera concepciones radicalizadas. Estas no admiten espacio para compartir reflexiones que permiten en nuestro día tras día, mejorar nuestra visión acerca del prójimo, sus necesidades y su realidad, y encontrar mejores soluciones a los problemas generales.”

 

Sostiene que “La visión religiosa de la vida, tiende a liberar al hombre mientras que el terrorismo esclaviza al miedo”.

 

El documento exhorta a “evitar generalizaciones que siembran la confusión. Las muertes violentas son causadas por las personas y no por las tradiciones religiosas” y agregó “este documento fue posible en una Argentina fraterna y generosa que permite el ingreso de inmigrantes y sus religiones, constituye un gesto de unidad de religiones monoteístas y la confirmación de que todas reconocen a la Paz como valor superior”.

 

Rescató además que “el Cardenal Bergoglio hoy Papa Francisco continuó desde el papado el diálogo interreligioso con cristianos musulmanes judíos y budistas. Nuestra provincia que es multiétnica, multicultural y plurilingüista donde conviven en paz religiones diversas podría instituir un día para el diálogo interreligioso entre quienes reconocen un solo Dios y se sienten descendientes de Abraham”.

 

Para concluir destacó que “el diálogo de un 9 de Agosto entre Judíos, Musulmanes y católicos debería inspirarnos a superar grandes y pequeñas diferencias que generan desencuentros ofensas y desunión. Otras provincias argentinas ya instituyeron al 9 de Agosto como día del Diálogo interreligioso entre ellas la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

 

En el recinto, el diputado Pedrini señaló que “esos ejemplos que dieron el Papa Francisco, el Presidente de la AMIA y el titular del Centro Islámico Argentino es un mensaje de unidad de las tres religiones que debemos recordarlo y ayudar día a día en dejar que otras ideas fluyan, no conviene una sociedad que tenga solamente un pensamiento fundamentalista, único”.

 

El diputado del Partido Obrero, Aurelio Díaz, opinó que “las religiones son la expresión de sometimiento a los pueblos, que el capital utiliza a las religiones para someter y esclavizar a los pueblos por eso nuestro voto en contra de este proyecto”