Legislatura

29/05/2015

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GERSEL PROMUEVE LA CREACIÓN DEL SISTEMA INTEGRAL DE PROTECCIÓN PARA PERSONAS CON DISLEXIA




Mediante el proyecto de Ley 1610/2015 la diputada Nancy Mariel Gersel propone la creación del Sistema Integral de Protección para personas que padecen dislexia, en el ámbito del territorio de la Provincia del Chaco. La iniciativa tiene por objeto instaurar un sistema de prestaciones básicas para la detección temprana, prevención y asistencia de la dislexia de manera de brindar una cobertura integral en atención a las necesidades y requerimientos de cada caso en particular.


Apunta a beneficiar a alumnos menores de 18 años incluidos en los niveles de educación inicial, primaria y secundaria, que concurran a instituciones públicas o privadas.

 

El proyecto define como dislexia al trastorno que se presenta en el aprendizaje y que se manifiesta en alteraciones en la lectoescritura, en la dificultad en la comprensión del significado de las palabras y en el aprendizaje de las ciencias exactas, como así también en la alteración de la percepción de orden y secuenciación.

De sancionarse la Ley serán sujetos obligados a las prestaciones las obras sociales enmarcadas en las leyes N° 23.660 y 23.661, el INSSSEP, las entidades de medicina prepaga y también todos aquellos agentes que presten servicios asistenciales a sus afiliados independientemente de la figura jurídica que tuvieren, quienes deberán brindar cobertura a las prestaciones básicas enunciadas. Gersel propone que aquellos beneficiarios de la ley, que carecen de cobertura de obra social, pueden acceder a la totalidad de las prestaciones básicas contempladas en la norma a través de los efectores dependientes del Ministerio de Salud Publica de la Provincia.

 

Dichas prestaciones básicas comprenden estudios en las diversas instituciones educativas públicas y privadas con el fin de determinar la detección temprana de la dislexia; prestaciones terapéuticas educativas, que consistan en acciones de aprendizaje para que los alumnos con dislexia puedan cumplir con los objetivos curriculares de cada año lectivo; prestaciones asistenciales, a través de profesionales psicoterapeutas, psicólogos y fonoaudiólogos, ya sea que actúen en forma individual o en forma interdisciplinaria, a fin de determinar la detección temprana y el seguimiento de las personas con dislexia.

 

Comprende también disponer los medios necesarios para que cada alumno acceda al máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional, de acuerdo a los objetivos generales de la presente Ley, así como asegurar los recursos necesarios para tal fin; garantizar la escolarización de todos/as los/las alumnos/as beneficiarios del programa de conformidad a lo establecido en el Art. 4°, favoreciendo la participación de padres y tutores a través del asesoramiento oportuno e individualizado y proveyéndoles de toda la información pertinente; desarrollar capacitaciones constantes para docentes con la finalidad que estos tengan las herramientas necesarias tanto, para llevar adelante la detección temprana como así también puedan incluir en el sistema a los alumnos con dislexia; y adaptaciones curriculares para los alumnos con dislexia a través de las aéreas correspondientes del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.

 

Los fundamentos

 

La legisladora destaca que “la dislexia es la principal alteración de las llamadas 'Dificultades Específicas del Aprendizaje' (DEAS), un grupo de situaciones que afectan al 15 por ciento de los niños. La dislexia es mucho más que tener dificultades en la lectura y en la escritura, ya que existen problemas de compresión, de memoria a corto plazo, de acceso al léxico, confusión entre la derecha y la izquierda, dificultades en las nociones espacio-temporales, entre otras”.

 

Apunta que “las necesidades prioritarias de un niño o adolescente con dislexia son varias. Después de obtener un diagnóstico, se requiere trabajar con un especialista en reeducación del aprendizaje, y trabajar, si fuera el caso, todo el aspecto emocional que conlleva la dislexia. Es necesario dar a conocer al niño y/o adolescente lo que le pasa y normalizar el trastorno en la casa y en el colegio. En el colegio se debe poner en marcha una Adaptación Curricular No Significativa y trabajar la normalización para prevenir conflictos en el aula, concienciar, aceptar la diversidad y prevenir el bullying.”  

 

Asegura que “si bien uno de cada diez chicos sufre este problema, el sistema educativo no aborda correctamente el trastorno y basa todo el esquema de aprendizaje en el código escrito, por lo cual niño disléxico no puede asimilar ciertos contenidos, porque no es capaz de llegar a su significado a través de la lectura, y este es el principal problema de la dislexia. El niño disléxico debe poner tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo de tareas. Los padres y profesores procesan esta conducta como desinterés y presionan para conseguir mayor esfuerzo, sin comprender lo que realmente sucede”.

 

 


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