Legislatura

02/12/2016

-

La oficina de lucha contra la violencia institucional ahora lleva el nombre de Beatriz Vásquez





A solo un día de cumplir el primer aniversario de su fallecimiento, el Poder Legislativo homenajeó a la diputada provincial Beatriz Vásquez imponiendo su nombre a la Oficina Interdisciplinaria para la Prevención, Tratamiento y Sanción de la Violencia Laboral. El acto estuvo encabezado por la presidenta del Cuerpo, Lidia Elida Cuesta, quién estuvo acompañada por legisladores, familiares, autoridades de distintos ámbitos y una gran cantidad de militantes.


Este reconocimiento se llevó adelante tras la aprobación, por unanimidad, de la Resolución N°2466 en homenaje a la fallecida dirigente política, militante y diputada provincial. La familia recibió una copia protocolar de dicha resolución, así como participó del descubrimiento de una placa y una foto en las instalaciones que dicha oficina tiene en Brown 561. Estuvieron presentes los diputados Hugo Sager, Elda Pértile, María Fonseca, Beatriz Bogado, Mirta Tichy, Enrique Paredes y Claudia Panzardi, la ministra del Superior Tribunal de Justicia del Chaco, Iride Isabel Grillo, así como el presidente del Concejo Municipal de Resistencia e hijo de Vásquez, Gustavo Martínez; el defensor del Pueblo Gustavo Corregido, el secretario legislativo Carlos Ruiz, las concejalas de Resistencia Alicia Frías y Griselda Ojeda, así como demás funcionarios provinciales y municipales.

Tras el emotivo acto, la presidenta Elida Cuesta aseguró que este fue un merecido reconocimiento para Bettina, porque “fue una mujer que siempre trabajó para los que más necesitan desde su barrio Santa Inés y sin tener un cargo político siempre como una militantes más”. Para Cuesta, la tarea que realizó Vásquez desde el Centro Mujer fue excelente un ejemplo para todos, ya que además de las capacitaciones para los sectores más vulnerables, nunca faltaron los chocolates para el día del niño o los festejos para el día de la madre. “Era una vecina más que se preocupaba por las mujeres y familias desamparadas que se encontraban en una situación difícil, sin importar la condición o el color político”, explicó.

“Luego de este arduo trabajo silencioso que realizó durante años, le tocó cumplir su tarea como legisladora durante una década, destacándose por su serenidad y predisposición a la hora de la búsqueda del consenso para la aprobación de leyes”, manifestó la presidenta.

Para Cuesta, Bettina fue un ejemplo de mujer porque aún enferma y con pocas fuerzas, siempre vivió con dignidad y responsabilidad para legislar por los sectores más débiles y olvidados. “Ella salía de su tratamiento y asistía a las sesiones legislativas para cumplir con ese compromiso que había realizado con la gente que la votó. Apoyándose siempre en su fe, hasta el último día pensó en los que más necesitaban”, expresó.

Además, la presidenta de la Legislatura dio a conocer detalles de la fallecida diputada que durante muchas épocas de su vida pasó necesidades económicas muy fuertes junto a sus cinco hijos que no muchos conocían. “Tanto en épocas malas, como en las buenas, nunca perdió su dignidad y amor por lo que hacía. Por eso estamos convencidos que este reconocimiento se tenía que dar en este marco y en este lugar que va a cobijar a trabajadores legislativos que sufren injusticias, algo por lo que ella luchó siempre”, concluyó Cuesta.

 

Orgullo de todos los presentes

La coordinadora de la Oficina Interdisciplinaria para la Prevención, Tratamiento y Sanción de la Violencia Laboral, María Pía ChiacchioCavana, destacó el rol de Vásquez como militante y quien honró al partido peronista porque “fue una persona que siempre se caracterizó por su humildad y sobre todo por tener sus ideas firmes y claras”. Cavana expresó que fue una legisladora que prestigió al Poder Legislativo y es por eso, remarcó que “es un gran honor que nuestra oficina lleve su nombre”.

En representación de los familiares de Bettina Vásquez, su hija María José Martínez manifestó el orgullo y emoción por el reconocimiento al trabajo de su madre. “Nos marcó un camino y nos mostró con sus pasos firmes que hay que trabajar por los que más necesitan sin distinción”, señaló. Martínez agradeció el homenaje y agregó que la oficina contra la violencia institucional va a tener la imagen de una gran luchadora por los derechos humanos.

 

Un ejemplo de mujer

Beatriz Vásquez nació el 11 de marzo de 1954 en Santa Ana, Corrientes. Comenzó su militancia a los 17 años en la Juventud Peronista, en plena época de “Lucha y Vuelve”, en referencia al tan esperado retorno fallido de Perón al que ella participó. Un año después votó por primera vez.

En sus años de adultez la destacaban por su humildad y siempre sintió orgullo por la militancia de la década del 70. Atravesó la dictadura militar con coraje. Vivió en la clandestinidad y con coraje afrontó la detención política de su esposo Gustavo Martínez Campos, con quién también tuvo que vivir en la clandestinidad, pero siempre trabajando para los que menos tenían.Admiró fielmente a Eva Perón, siendo una mujer apasionada por la lectura, teniendo como libro de cabecera “La Razón de mi Vida”. También tuvo admiración por la obra de Gandhi. Con una vasta trayectoria dentro de la militancia activa del peronismo, se dedicó a defender los derechos de niños, jóvenes, mujeres y trabajadores. Fue una mujer con profunda Fe cristiana en Dios y la Virgen María, lo que le permitió poder sobrellevar su prueba más dura en esta vida.

Bettina, como la llamaban familiares y amigos, ocupó el cargo de secretaria de la Mujer  del PJ en 1995. En 1997 integró el Consejo Nacional de la Mujer y fundó la Asociación Civil Centro Mujer del barrio Santa Inés.  Fue electa tres veces por el pueblo chaqueño para ocupar una banca en la Cámara de Diputados (Se destacó en su labor legislativa durante los dos mandatos como diputada provincial (2001; 2009 y 2013), trabajando sobre ejes fundamentales como Educación, Salud, Trabajo y Deporte, integrando estas comisiones. Durante el último mandato, que no pudo culminar, fue nombrada por el Cuerpo legislativo como Vicepresidenta Primera. 

Falleció el 3 de diciembre de 2015 luego de padecer durante muchos años cáncer, enfermedad que no le impidió seguir cumpliendo con sus funciones como legisladora y sobre todo, que no le impidió seguir trabajando por los que más necesitaban hasta el último día de su vida.