A cinco años de ese histórico #3J 2015, aún quedan muchas transformaciones pendientes, entre ellas: la implementación de políticas de Estado efectivas en la erradicación y prevención de la violencia patriarcal; la aplicación de la ESI; la perspectiva de género y diversidad en todos los poderes del estado, acceso efectivo a una Justicia con esta mirada, como también el cumplimiento de ILE, el reconocimiento del derecho a la IVE segura, legal y gratuita.
Queremos vidas libres de violencia #NiUnaMenos no es solamente una consigna, es una meta, un camino que nos permite afrontar el dolor, la impotencia y la injusticia, reafirmando nuestro compromiso con un ideal de vida digna para todes sin ninguna distinción.
Este año nuestro grito colectivo no será en la calle, sino en las Redes:
¡NI UNA MENOS! ¡VIVAS, LIBRES Y DESENDEUDADAS NOS QUEREMOS!