La iniciativa partió de la diputada justicialista Celeste Segovia, quien fundamentó desde su banca, al mismo tiempo que rendía un emotivo homenaje al llamado “cura villero” a 43 años de su asesinato.
Reseñó “Carlos Francisco Sergio Mujica Echagüe asesinado el 11 de mayo de 1974 en Buenos Aires, fue un sacerdote argentino vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y a las luchas populares de la Argentina de las décadas de 1960 y 1970”. “La mayor parte de su labor comunitaria tomó lugar en la Villa de Retiro, que extraoficialmente lleva su nombre, siendo el fundador de la parroquia Cristo Obrero”.
Recordó que “en 1954 comenzó a trabajar fervientemente en la asistencia de familias empobrecidas desde la parroquia de Santa Rosa de Lima, en la ciudad de Buenos Aires, sintiéndose progresivamente cercano al movimiento político denominado peronismo y al accionar revolucionario de Ernesto Che Guevara y de Mao Zedong. Finalmente, se ordenó como sacerdote en 1959”. “En noviembre de 1957 escribió su primera obra: El católico frente a los partidos políticos para la revista del Seminario”. “El compromiso con los pobres comenzó a acentuarse y comenzó a integrar grupos misioneros en diferentes puntos del interior del país”. “Tras ocho años de estudios, fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1959. Acompañó a monseñor Iriarte, su antiguo párroco, al Chaco, y aquí descubrió el subdesarrollo y la pobreza, lo que constituyó un segundo shock para su vida”.
“El año 1968 fue decisivo en la vida del padre Mujica. Viajó a Francia para estudiar Epistemología y Comunicación Social; profundizó su amistad con el padre Rolando Concatti –uno de los fundadores del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo- y viajó a Madrid, donde conoció al General Juan Domingo Perón”. “Su presencia en los medios de comunicación se hacía cada vez más frecuente y su figura cobró cada vez mayor notoriedad. Incluso fue notable la cantidad de personas del ambiente televisivo que empezaron a frecuentar la villa”.
Continuó “en 1974 apareció el disco ´Misa para el Tercer Mundo´, en el que el Grupo Vocal Argentino cantaba –sobre textos escritos por el propio Mujica – ritmos argentinos, africanos y asiáticos”. “Como premio, tiempo después, un hombre poco afecto al arte y a la generosidad, el ministro del interior de Isabel Perón Alfredo Rocamora, mandó destruir miles de ejemplares de esa obra”.
“El 11 de mayo de 1974, el padre Carlos Mujica cumplió con algunas de sus rutinas habituales; a las ocho y cuarto de la noche, murió asesinado a balazos, inmediatamente después de celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano, en Villa Luro. El crimen se atribuyó a la organización de derecha conocida como Alianza Anticomunista Argentina, aunque judicialmente jamás fue esclarecido. “Sus últimas palabras antes de morir fueron: “NUNCA MAS QUE AHORA DEBEMOS ESTAR UNIDOS JUNTO AL PUEBLO", remarcó Segovia.