En los fundamentos, la legisladora señala que esta propuesta se origina en estudios realizados por Sociólogos, Psicólogos, Operadores en Psicología social; que destacan que en la actualidad existe un fenómeno entre la juventud llamado "la previa" -reunión en hogares antes de ir a un boliche o fiesta- y que se ha vuelto un ritual entre adolescentes. Es un fenómeno cultural durante el cual se suele beber alcohol, no por gusto sino como modificador de la conducta y el humor. Un dato desconocido por muchos jóvenes -e incluso por sus padres- es que el consumo excesivo de bebidas con alta graduación alcohólica causa daños irreversibles en su cerebro”.
“Uno de los objetivos de esta iniciativa es tratar de desactivar los hábitos a realizar las llamadas "previas", fijando un límite al horario de ingreso a los lugares bailables, y de esta manera intentar reducir el margen de horas que tienen antes de ingresar a un local bailable. Como así también busca que una hora antes del cierre de los mismos, se deje de vender bebidas alcohólicas buscando reducir la ingesta con anticipación a que salgan a la calle de regreso a sus hogares”, argumenta.