La propuesta incluye la creación de un equipo interdisciplinario de asistencia en los Hospitales de cabecera de las distintas zonas sanitarias, integrado por un médico, un psicólogo, un psiquiatra, y un trabajador social, así como padres voluntarios que hayan pasado por la misma situación. El equipo tendrá la función de asistir psicológica, médica y socialmente a cada uno de los miembros de la familia, prestar atención inmediata ante la urgencia en el lugar del hecho si el deceso se hubiese producido por suicidio, incendio, accidente de tránsito o cualquier otra contingencia que amerite el abordaje, brindar asistencia social, asesoramiento jurídico y patrocinio letrado, proporcionar a los municipios asesoramiento y capacitación constante sobre la temática.
El personal mencionado recibiría asesoramiento, información, capacitación y cooperación de otras instituciones gubernamentales o no gubernamentales O.N.G., de tipo local e internacional que estén abocadas a la temática.
La diputada destaca que “la muerte de un hijo es algo contra natura, que no entra en los esquemas evolutivos, y cuando se produce provoca grandes crisis a nivel físico y emocional. El duelo y las reacciones tanto del cuerpo como del espíritu que conlleva este tipo de suceso cambian mucho dependiendo de la forma del deceso” y señala que “las muertes inesperadas son una conmoción fuerte para los familiares que quedan vivos, ya que dejan poco tiempo para que estos adviertan y comprendan la magnitud de su pérdida”.