La norma además dispone que el seminario deberá contener como mínimo los siguientes objetivos:
a) Motivar a la reflexión de los jóvenes respecto a la elección de su futuro laboral y profesional.
b) Brindar conocimientos para la elaboración del curriculum vitae. c) Elaborar prácticas en entrevistas de trabajo. d) Informar sobre demanda laboral de los diferentes sectores productivos de la provincia. e) Orientar acerca de las posibilidades de trabajar en el extranjero.
La autoridad de aplicación de la presente norma, será el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.
En los fundamentos la legisladora considera que “es una realidad que adquiere relevancia el gran desfasaje que existe entre la escuela y el mundo laboral, ya que sumado a la dificultad del terreno laboral, lo más jóvenes se encuentran además con el escollo de no poseer herramientas suficientes a la hora de encontrar su primer trabajo. Las transformaciones económicas y el desempleo juvenil también han hecho cambiar el enfoque orientativo vocacional, apoyando y ayudando a adaptarse a estos jóvenes, y ampliando sus servicios. La evolución actual de orientación vocacional depende de las nuevas tendencias y cambios en el trabajo, en la educación y en la familia, que sugieren que se precisa una base más amplia para orientar, pues se han dado cambios en el papel del hombre y de la mujer en el mundo”.
Afirma que “es prioritario que la escuela, como espacio integrador genere un servicio de orientación a los alumnos preparándolos para la diversidad y movilidad de empleos e informándoles sobre el seguimiento de nuevas tecnologías, la demanda laboral, lo cual les permitirá a los jóvenes adaptarse a las nuevas formas de empleo o a las ya existentes. Se han de buscar estrategias que posibiliten el paso de la escuela al trabajo, pues existente un gran desfase entre el mundo educativo y el laboral” señala Segovia.