Pasaron 40 años de su fallecimiento, naciendo para la militancia peronista el mito de un gran Presidente y estadista, figura emblemática de la historia contemporánea nacional, creador del partido Justicialista, gran defensor de los más humildes y acérrimo defensor de los derechos sociales y políticos, fue un líder que trascendió las fronteras de la patria y quien bregó por la unidad del continente Latinoamericano.
En su última aparición pública, en junio de 1974, casi como el presagio de una despedida manifestó su histórica frese: “mi único heredero es el pueblo. Me llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mi, es la palabra del pueblo argentino”, falleció casi un mes después un 1º de julio de 1974, y hoy fue recordado y reconocido por los militantes justicialistas que se dieron cita frente al busto para rendir un sentido homenaje al líder y conductor del peronismo.